
El coordinador del Programa de Observación de Ballenas, Peter Sánchez, explicó que en esta temporada se ha observado la presencia de cachalotes y tiburones ballena, lo que indica que el ecosistema de la zona brinda seguridad y calidad ambiental a los mamíferos marinos.
Las autoridades informaron que para el año próximo se ubicarán dos puntos terrestres de observación de las ballenas, para evitar que sean molestadas por el acercamiento de embarcaciones y personas.
Cientos de ballenas jorobadas llegan cada año por esta época a la Bahía de Samaná desde Islandia, Groenlandia, Canadá y la costa norte de Estados Unidos para aparearse y dar a luz. Esos mamíferos marinos miden alrededor de 15 metros y su nombre se debe a la forma de joroba que a menudo presentan en la base de la aleta dorsal.
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